Si hay algo que merezca una recompensa, esto es la contribución social. La creatividad puede considerarse una contribución social, pero sólo si la sociedad es libre de aprovechar los resultados.
Parrot es un fabricante especializado en periféricos para teléfonos móviles. En el pasado CES 2010 presentaron su último juguete, el Parrot AR.Drone, un helicóptero en miniatura que se controla vía wifi desde un iPhone.
El ingenio se presta fácilmente a usos malintencionados, pues va equipado con una cámara ideal para hacer de "espía".
Por lo visto, la marca espera venderlo como accesorio para videojuegos "en vivo" basados en técnicas de realidad aumentada.
"Internet se ha convertido en un campo de batalla a causa de la controvertida regulación de las descargas ilegales anunciada por el Gobierno. De un lado, la industria cultural y del entretenimiento estima que la piratería en Internet les supone unas pérdidas de cinco mil millones de euros anuales. De otro lado un amplio sector de usuarios, profesionales, artistas y otros empresarios aseguran que la industria creativa nunca ha estado tan viva gracias a Internet."
Steve Jobs ha presentado el último juguete de Apple, una especie de tablet de nombre iPad. Aunque en realidad, más que un tablet, es un iPod Touch gigante y con muchas limitaciones.
Mi primera impresión no es buena, debido, entre otras cosas, a que:
Viene sin cámara, lo que impide hacer videoconferencias, o deja fuera aplicaciones de realidad aumentada.
No incorpora conectividad 3G de serie, como sí lo hace el iPhone, sino que hay que pagarla aparte.
El sonido es mono, en lugar de estéreo como cabría esperar.
Incorpora una versión de Safari que, como en el caso del iPhone, carece de soporte para Flash, lo que impedirá a los usuarios acceder a un buen número de videos y contenidos de la red.
El sistema operativo que emplea viene a ser una versión adaptada del iPhone OS, lo que comporta un sistema totalmente cerrado y con más DRM que nunca, como denuncia la Free Software Foundation. No se podrán instalar aplicaciones que no hayan sido previamente aprobadas por Apple, ni compartir contenidos, e incluso se pueden deshabilitar a distancia aplicaciones y contenidos, algo que debería hacer reflexionar a más de un usuario.
No es multitarea, es decir, no se pueden correr dos o más aplicaciones al mismo tiempo.
La batería no es extraible.
No dispone de una salida HDMI para conectarlo a un televisor.
Intentan venderlo como un lector de libros electrónicos, cuando estos incorporan pantallas con tecnología de tinta electrónica para hacer la experiencia lo más parecida posible a leer en papel, mientras que el iPad lleva una pantalla LED brillante como la de cualquier monitor de ordenador. Supongo que junto al aparato, venderán un frasco de colirio...
Todo el mundo usa un ordenador portátil o un teléfono móvil hoy en día. ¿Hay espacio para un tercer dispositivo?
Se lo preguntaba el propio Jobs al presentar el aparato. Su respuesta, claro, fue afirmativa. Pero dificilmente el iPad, al menos hasta que saquen una versión mejorada, puede ocupar ese espacio cuando lo presentan como un dispositivo idoneo para navegar, pero con un navegador que no soporta Flash, o como un lector de e-books, cuando su pantalla es brillante.
Entonces, ¿para qué sirve exactamente? Buenafuente nos da algunas ideas al respecto:
